Bournemouth se presenta a este nuevo desafío con el objetivo claro de seguir sumando puntos y escalar posiciones en la tabla, luego de un empate en su último compromiso ante Crystal Palace que dejó sensaciones encontradas. A lo largo de la temporada, el conjunto dirigido por Andoni Iraola ha logrado imponerse en 13 de los 33 encuentros disputados en la Premier League, mostrando una capacidad ofensiva interesante con 52 goles convertidos, aunque también evidenciando algunas fragilidades defensivas con 40 tantos encajados. En condición de local, Bournemouth ha ofrecido un rendimiento irregular, registrando siete victorias, tres empates y seis derrotas en 16 partidos jugados en el Vitality Stadium. Esta combinación de resultados demuestra que, aunque son competitivos en su feudo, deberán redoblar esfuerzos si quieren asegurarse los tres puntos y no dejar escapar más unidades frente a su afición en esta recta final del campeonato.
Por el lado del conjunto visitante, Manchester United llega a este compromiso tras una dolorosa derrota por 1-0 frente a Wolverhampton Wanderers, resultado que agravó aún más su momento de inconsistencia en la Premier League. Los “Red Devils” han tenido una campaña irregular, consiguiendo apenas 10 victorias en los 33 partidos disputados hasta el momento, con 38 goles a favor y 46 en contra, dejando en evidencia problemas tanto en ataque como en defensa. Como visitantes, el equipo de Erik ten Hag no ha logrado consolidarse, registrando siete derrotas y cinco empates en sus 16 salidas, una estadística que genera ciertas dudas de cara a este difícil desafío frente a Bournemouth. Ante este panorama, Manchester United está obligado a reaccionar si quiere cerrar la temporada de la mejor manera posible y mantener vivas sus aspiraciones de terminar en puestos de copas europeas.
