Tigres afronta esta semifinal con el impulso de una racha positiva que refuerza su confianza y ritmo competitivo. Con tres victorias y dos empates en sus últimos cinco encuentros, el equipo ha demostrado solidez tanto en defensa como en ataque. Su más reciente triunfo, un 2-1 ante Pumas en la Liga MX, evidencia su capacidad para resolver partidos complicados y su eficacia al momento de definir frente al arco rival. En su estadio, los “Felinos” suelen ser dominantes, imponiendo condiciones desde los primeros minutos gracias a su juego ofensivo por las bandas y una fuerte presencia en el área. Este contexto convierte a Tigres en un rival sumamente peligroso en casa, especialmente en instancias decisivas como esta. Por ello, no sería extraño verlos buscar el gol desde el primer tiempo, aprovechando su buen momento y el apoyo de su afición.
Cruz Azul llega a esta semifinal con una racha igualmente positiva, acumulando tres victorias y dos empates en sus últimos cinco encuentros, lo que refleja un equipo con confianza y buen ritmo competitivo. Su reciente empate 2-2 ante Toluca dejó ver tanto su capacidad ofensiva como ciertas debilidades en defensa, elementos que podrían ser determinantes frente a un rival exigente como Tigres. El conjunto “Celeste” no suele adoptar un enfoque defensivo extremo, y en partidos de esta envergadura mantiene una propuesta ambiciosa, buscando el arco rival en todo momento. Su estilo no apunta a resistir los 90 minutos, sino a competir con protagonismo.
